lunes, 6 de agosto de 2012

Amargamente dulce

Cuando quieres a alguien tanto que lo apretarías contra tu pecho cada instante de tu vida, te da igual que nueva travesura tenga entre manos. Eso es lo que me pasa a mi con un amigo con el que comparto cama, o más bien, se apropia de ella. Todos sus movimientos son cariñosos hacia mí, incluso en los que me hace daño.

Esos ojos grandes y penetrantes me miran cada mañana nada más despertarme y yo pienso si me dejará dormir sola alguna vez. Si no me hubiese despertado aquel día en mitad de la noche, aún seguiría pensando que era así. Pero aquella noche no estaba ahí, a mi lado, donde siempre duerme;  aun así, no me preocupé por él, sabía que estaría bien. Esa misma mañana, cuando volví a despertar volvía a estar conmigo.

Me mira, lo miro, y le digo "Buenos días", pero él bosteza y se estira; siempre se me viene a la cabeza la misma pregunta, "¿Cómo puede ser tan largo?" y veo como saca esas uñas. Entonces comienza su ritual de aseo de cada día. Me meo de risa cuando pongo mi mano cerca de esa lengua áspera y empieza a "limpiarla", pienso si estará sucia de verdad o si simplemente la confunde con una parte de su cuerpo, pero me es indiferente. Me encanta esa sensación de sentirme querida por él.

Acaba de asearse y se acerca un poco más hacia mí, entonces, yo ya sé lo que quiere. Sólo que dejo que siga haciéndome la pelota durante un poquito más. A veces se enfada porque no le hago caso y agarra mi brazo con sus dos manitas. Me araña un poco, pero no me importa. Pero cuando ve que eso no funciona saca los dientes, y lo digo de manera literal, ¡me muerde!, aunque con suavidad. Para mí sigue siendo una muestra de cariño. 

Cuando le acaricio la cara me mira profundamente, y cuando empiezo a arrascarle por debajo de la barbilla, sus ojos comienzan a cerrarse. Le encanta y a mi también. Le cojo las patitas blancas, pero no le gusta y rápidamente intenta que le suelte.

Creo que tiene una novia, se asoma a la ventana todas las noches para poder verla y ella viene en su busca muchas noches. No quería decírselo a nadie, pero seguro que guardaréis mi secreto. Siento que tengo un poco de celos de ella...

No hay comentarios: