Este
monólogo lo escribí cuando sólo tenía trece años, mi pasión por
la escritura y la motivación de muchos de mis profesores me
hacían adentrarme en el mundo del teatro como habréis podido
comprobar con algunos escritos anteriores. Espero que disfrutéis con
este monólogo, sobre todo las féminas, a quienes me gustaría
dedicárselo. Sin más decir os dejo con 'Comedias del local':
(Un
escenario muy grande, el fondo es una cortina de color azul marino,
varias estrellas doradas y luces de colores. De repente entra una
mujer de mediana edad y un foco la ilumina. El público aplaude).
-¡Hola!
(grita mientras corre para sentarse en una silla que hay delante de
un micrófono) (al público) Vale, vale ya es suficiente... Gracias,
gracias...
Bueno,
como ya sabréis, hoy es día de chicos, en ¡”Comedias del local”!
(Alzando un poco la voz).
Ay...
(suspira) los chicos... Yo creo que fueron un error de Dios...
(poniendo cara de asco) ¿Cómo pudo inventar cosa tan extraña y
guarra sin ser un error? Sólo piensan en tres cosas: Fútbol,
mujeres y después está todo lo que tenga un motor grande; un coche,
una moto...
Bueno
empezaremos hablando sobre el fútbol; diez hombres en camiseta y
pantalón corto, sudando, ¡Y lo mejor! (levanta la voz) todos
corriendo detrás de un balón. Y luego están a los que llaman
porteros, mira que son tontos... Dejan que los llamados jugadores les
tiren balonazos y encima se tiran para cogerlos. Estos por lo menos
van un poco más abrigados.
Segundo
tema, mujeres, sólo se fijan en dos cosas sobre ellas: Pechos y
traseros. Para ellos si existe una mujer, “con unos buenos melones
y un buen pandero...” (pone voz grave imitando a los hombres y
gesticulando) no se resisten. Así es la mujer perfecta para ellos.
¡AH! (chilla) se me olvidaba... También hay un tercer punto en las
mujeres, el sexo (dice con un tono un tanto sarcástico), siempre se
preocupan por dos cosas, el tamaño de su pene: ellos piensan...
¿Será lo bastante grande para ella? (con voz grave) y también se
preocupan y se preguntan, ¿Disfrutará ella conmigo en la
cama?(imitándoles otra vez), (susurrando) lo mejor de todo es que
ellos no saben que fingimos tener orgasmos.
Y
el tercer tema en que piensan son los coches, motos, ¡yo no sé lo
que tiene de interesante! (dice al público alzando la voz) un motón
de hombres en sus coches, motos, o lo que sea, chocándose en las
curvas, chocándose con los otros participantes de la carrera o
volcando. ¡Ja, ja qué divertido! (dice riéndose irónicamente)
¿Vosotros creéis que es normal? (pregunta al público) y luego
resulta que nosotras somos las tontas, ¿sabéis?
No
saben hacer otra cosa que comer y dormir, se quedan todo el día en
el sofá, y si salen a la calle es para emborracharse. No te hacen
caso ni escuchan lo que dices. (Al público) ¿A ver si sabéis de lo
que os hablo?. Son animales, no entienden lo que decimos, babean y
les huele mal el aliento. ¿Qué es? ¡Muy bien chicas! Los hombres.
¡Muy mal chicos! No, no es el perro. Aunque se le parece mucho.
No
les importa nada ni nadie, tú como tonta te enamoras de alguno de
ellos y les da igual, pero quizás después te dicen que él también
se ha enamorado de ti, tonterías, sólo están mintiendo. Te
utilizan y luego te dejan tirada como si fueras un pañuelo usado.
Como si no les importaras. A eso yo, le llamo no tener corazón y
tampoco sentimientos.
Por
ejemplo llega la primera cita: Te dice que eres muy guapa y sencilla,
que él es sincero, fiel, que no fuma y que no bebe. Sales unos días
más con él y cuando le llamas para quedar, te dice que lo siente
mucho pero que no va a poder ser, por que tiene que ir a terminar un
artículo para el trabajo. Vale, lo entiendo, piensas, y entonces
aprovechas para quedar con unas amigas e ir de copas. Lo malo viene
cuando entras a un bar y te lo encuentras con una rubia de noventa,
sesenta, noventa, sentado en una mesa y sacando un cigarrillo del
paquete de tabaco que tenía a su lado. (gritando apenadamente) ¡Y
encima Ducados! Tú con un cabreo impresionante te acercas a él y le
dices:
-Carlos...
me has mentido, me has engañado (señalando a la mujer), estás
fumando, con una copa en la mesa, y
en un bar. ¿Por qué no me dijiste la verdad? No me importa que
fumes, y si lo controlas, tampoco me importa que bebas.
La
chica que está con él le pregunta que quién eres tú y cuando le
contestas "su novia", descubres que con la que estabas
hablando es, o mejor dicho era, su mujer. La chica se levanta se
quita un anillo (más bajo) te das cuenta de que es una alianza, y lo
deja encima de la mesa, entonces es cuando tú dices: “¡ups!”
Tu
“novio” (señala comillas con las manos cuando dice novio) se
levanta y corre detrás de la mujer gritando:
-¡Ana!
¡Cariño, puedo explicarlo!
Porque
ellos siempre pueden explicarlo, y así sale del bar. Tú cuando te
das cuenta de que resulta que la “amante” (vuelve a hacer gestos
para poner comillas) ¡eres tú!. Después te vas a casa y piensas,
¡seré gilipollas! ¡si estaba casado! Y... ¡se estaba acostando
conmigo!
Y
así no sales de tu asombro. Después te quedas pensando y te dices a
ti misma que ya encontrarás a otro que te quiera, que no te mienta,
y sobre todo que no esté casado. Y así es como tú te consuelas a
ti misma.
Pero
al final te acabas preguntando, ¿porqué siempre somos nosotras las
que sufrimos?, ¿porqué siempre ellos acaban como el malo de la
película y nosotras como las víctimas? Ellos quedan como los malos
hombres (dice con voz aguda) y nosotras como las víctimas indefensas
(dice con voz de pito).
Siempre
nos están fastidiando, nunca hacen lo que les decimos, por ejemplo,
nosotras decimos: Luis, no toques el queso pero Luis encima se come
el queso. Nosotras decimos: Paco deja la tele en paz que estoy viendo
una película, pero Paco no sólo no deja la tele en paz sino que
encima te pone el fútbol. Les preguntamos:
-¿Falta
mucho para que termine?
Y
ellos nos contestan que acaba de empezar, y encima te lo dicen en un
tono irónico, como si se estuvieran burlando de nosotras o sino, nos
dicen:
-Si
quieres ver esa estúpida película vete a casa de la vecina y así
aprovechas para seguir cotilleando sobre la chica del quinto de la
que estabais hablando esta tarde, o ¿ya os habéis puesto de
acuerdo?, bueno pues entonces dime, ¿es o no es pija?
Y
tú le dices:
-Esta
tarde no estábamos cotilleando sobre la vecina del quinto, cacho
estúpido eso fue ayer, hoy estábamos hablando sobre la vecina del
cuarto, y no cotilleábamos sólo hablábamos sobre ella.
Entonces
él te dice:
-Ya,
ya...
Es
entonces cuando tú te enfadas y acabas haciendo lo que él te ha
dicho que hagas, te vas a casa de la vecina.
En
conclusión los hombres son inútiles, tontos y no saben pensar, pero
ahora que lo pienso...
También
yo estuve algo estúpida con lo de la vecina, así que quizás
existan hombres cariñosos, sensibles, guapos, educados y listos.
Como nosotras... (señalándose a ella misma).
Y
alguno habrá con dinero y que nos deje birlarle la tarjeta de
crédito (susurrando, y al final guiña el ojo izquierdo).
¡Así
que voy a pensármelo un poquito más en casa! (grita)
¡¡¡Adiós
buenas noche y espero verles otro día aquí, en “Comedias del
local”!!! (grita aún más alto)
¡¡¡Adiós,
adiós, gracias, gracias!!! (grita mientras da besos al público y se
los tira con las manos, entonces se agacha para despedirse y se va).
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